El receso entre torneos nos lleva siempre al deleitante como frenético mercado de pases, cuyo fin es reforzar a los equipos que necesitan mejorar o refrendar la actuación del torneo anterior.
Los equipos con una meta marcada para ser los protagonistas, ganar campeonatos y trascender más allá de su burbuja local, buscan con los recursos generados a los mejorados y mas mediáticos jugadores, mientras que uno esperaría algo similar de una institución como el Monterrey, simplemente cuando han tenido los recursos, se han desperdiciado en jugadores de calidad cuestionable y mal scouteados, mientras que ahora que parece o se señala que tienen menos recursos, habrá que acostumbrarse a jugadores del calibre del uruguayo Aguirre que si bien trascendió el torneo pasado a nivel local, es regularmente conocido por su intermitencia dentro del campo.
Liverpool y Manchester City buscan ganar cada torneo en el que participan, desean trascender en la liga local, copas y sobre todo la ansiada liga de campeones, por lo que invierten en jugadores de probada calidad como Haaland y Núñez, que ya han mostrado los logros necesarios para considerarse parte de un equipo de alta competencia, mientras que el Monterrey padece una crisis de identidad, parece un equipo adolescente indefinido en cuanto a lo que desea lograr y proyectar, por tanto no sorprende el manejo en el tema de refuerzos y técnicos en los últimos tiempos.
Un equipo manejando por directivos jóvenes e inestables, generará un equipo ambivalente dentro y fuera de la cancha, pocos partidos para recordar en los últimos tiempos y gran parte de esto es la calidad de refuerzos que se ven en la cancha. Invertir para generar resultados es una estrategia que se esperaría de equipos con ese potencial; Madrid, Barcelona, Manchester City, Liverpool, Milán e Inter, entre otro son sinónimo de grandeza permeada desde las dirigencias, cobrando boletos con previos poco accesibles pero que al adquirirlos estaría garantizado un espectáculo de alto nivel.
Mientras leo las noticias de otros equipos, los fichajes que manejan, la manera de transmitir esa sensación de que irán a comerse el campo en busca de trascender es algo que genera una envidia que desgraciadamente la cultura de mi equipo, mi camiseta, el amor a una institución que regresa poco o nada a la sociedad, hace que se conserve la afición por un equipo que dará más tristezas que alegrías.
Aguirre en el ataque, la nueva cara del gol rayado, el cual, jugador, espero conserve un poco del juego del torneo pasado, pero con la sensación de estar pagando otro calibre de espectáculo para terminar con un espectáculo más inflado que de calidad.
El Madrid, que amargamente se quejó por la decisión de Mbappé, ahora ficha a un medio francés por un dineral, pero buscando mantener esa estirpe ganadora en su país como en todo el continente, cobran lo que valen, si en Monterrey fuera así, cuanto deberíamos pagar por un partido donde Funes, Janssen, Aguirre y Vucetich estuvieran como los protagonistas.
No cabe la comparación en Rayados y los europeos mencionados, pero la lógica sí, tal vez no traigas a Haaland, pero entre la baraja de refuerzos europeos, asiáticos, sudamericanos y norteamericanos, realmente dudo que esto sea lo mejor que pueden tener como equipo.
Hace mucho no buscan fuera de la baraja de los mismos países y sospecho de los mismos representantes. Tiempos de vacas flacas se avistan en el panorama albiazul, pero cuando tuvimos las arcas llenas simplemente no lo supieron aprovechar.
Verano caliente, sin agua y con refuerzos de dudosa procedencia; siendo así, no esperemos gran cosa el torneo siguiente, y tal vez en un par de años.
¡Saludos DESDE EL SILLÓN!