Este fin de semana, la cadena TUDN transmitió una entrevista con la jugadora española Jennifer Hermoso, quien en diferentes momentos de la conversación destacó el crecimiento de la liga femenil mexicana, la calidad de sus deportistas y el profesionalismo en su organización y en la mayoría de los clubes.
Con una experiencia de dos años calendarios en el país, la campeona del mundo sabe de lo que habla porque llegó a Pachuca, uno de los cinco clubes que, a su manera y con sus formas, llevan sobre sus espaldas el peso de sostener a la liga femenil mexicana.
No es un secreto que América, Guadalajara, Monterrey, Pachuca y Tigres son los bastiones del futbol profesional femenil en el país. Desde afuera se interpreta que la motivación de Televisa y grupo Omnilife pueden ser muy definidas por la tradición e importancia social y deportiva que ambos clubes construyeron con sus equipos varoniles y que han trasladado a la categoría femenil. Las águilas con su poderío económico y las tapatías con el orgullo nacional son protagonistas.
La inercia y visión deportiva y empresarial del Grupo Pachuca también seguramente influyeron en la decisión de armar un equipo femenil competitivo enfocado más en las tuzas -la joya de la corona- que en León. El resultado hasta ahora ha sido la llegada al equipo de Charlyn Corral, para muchos la mejor futbolista mexicana en la historia, la sorpresa de Jennifer Hermoso y la prodigiosa seleccionada Panameña Martha Cox.
Acá en el norte, seguramente el muy regiomontano espíritu de competencia que se acompañó con una generosa inyección de recursos desde Femsa propuso y armó una estructura sólida que tiene a las rayadas continuamente peleando el liderato de la tabla y con dos títulos en sus vitrinas logrados con jugadoras de élite.
En Tigres femenil, la estrategia de la directiva, que parece se replica en las dos categorías, se divide en tres acciones vinculadas: rendimiento consistente, atracción de excelencia y exposición global.
Las amazonas son las más ganadoras en la joven historia de la liga. Su continuidad en las fases finales con una buena parte de la misma plantilla no solo ha resultado en títulos; el prestigio deportivo y hasta profesional que en la cancha y en el escritorio se ha alcanzado permite reclutar jugadoras y técnicos de excelencia que han continuado con ese rendimiento consistente.
La tercera parte, la expansión global, es resultado del rendimiento y el reclutamiento. Las salidas desde Tigres de Maria Sánchez (hoy la jugadora mejor pagada en la NWSL), Uchenna Kanu, la transferencia más cara entre las liga estadounidense y mexicana, y Mia Fishel al Chelsea son parte de los esfuerzos de gestión deportiva y mercadotecnia que también impactan en redes sociales al ser las cuentas de las amazonas unas de las de mayor interacción en redes sociales. A la par, los juegos amistosos contra equipos estadounidenses y europeos, reforzados por estancias de juveniles en Alemania le han abonado a la exposición internacional de las de San Nicolas, seguramente aumentada con la firma de la campeona del mundo Jennifer Hermoso.
¿Que sigue en ese plan? La exportación de una o mas jugadoras mexicanas a equipos europeos de primer nivel pareciera lo natural en el proyecto felino y sus repercusiones en la liga femenil como producto nacional.