Fuerza mental, la clave de María Espinoza

La estrategia de la campeona olímpica María Espinoza también se decidió desde las tribunas.
“En todos los combates la guié desde las gradas. Y claro que me escuchaba. Lo sé porque lo platicamos después de cada pelea”, dijo orgulloso, casi afónico, el cubano José Pedro Gato, su preparador físico. Había gritado los cuatro encuentros que la medallista olímpica sostuvo a lo largo de la jornada sabatina.
“¡Aléjate! ¡Ataca! ¡Mantente a distancia¡”. Fueron los gritos desesperados de Gato. María Espinoza siguió al pie de la letra las instrucciones.
“Siempre tuvimos una confianza absoluta en ella y en todo el equipo de taekwondo, porque se trabajó de manera seria, comprometida, con objetivos muy claros. Ahora los resultados nos avalan. María es una campeona que todavía dará muchas satisfacciones a México, porque es una atleta destacada”, aseguró el cubano, quien festejaba ya con los mexicanos que lo acompañaban.
También hubo reconocimientos a su labor en la conquista de la medalla de oro.
Pero sin duda alguna parte fundamental en el triunfo fue el profesor José Luis Onofre, el entrenador que llevó tanto a María como a Guillermo Pérez a la obtención del oro olímpico.
Onofre reveló la clave del éxito de Espinoza: “Definitivamente fue la fortaleza mental de María”, apuntó.
Claro está —explicó—, también fue de suma importancia el estudio que se hizo de las rivales previo a la celebración de los Juegos Olímpicos de Beijing y durante toda la competencia.
“Sabíamos cómo y con qué armas atacar a cada una de las oponentes. Diseñamos la estrategia de cada pelea y siempre pensando en que se trataba de una final, porque nunca trabajamos para enfrentar combates fáciles. Nos concentramos mucho en la parte mental, en la parte psicológica de los muchachos”, comentó.
De igual manera, el entrenador destacó el carácter y disposición de sus pupilos, “porque sólo con trabajo se puede llegar al triunfo, como lo hicieron María y Guillermo”, finalizó.
Y agradeció el apoyo del público que desde las gradas brindó una motivación que también resultó determinante.