Cd. de México.-
La defensa de los manglares y el margen lagunar Nichupté en “Malecón Tajamar”, no es un tema nuevo, ni reciente para organizaciones ambientalistas y ciudadanos de Cancún, aclaró la presidenta del Grupo Ecologista del Mayab (Gema), Aracely Domínguez Rodríguez, en respuesta a la postura del titular de la secretaría de turismo (Sectur), Enrique de la Madrid, quien ha puesto en duda las intenciones de las protestas ciudadanas.
El funcionario federal declaró que detrás de las denuncias ciudadanas le parece que hay “gato encerrado”, bajo el argumento de que las protestas son, para él, recientes pese a que el proyecto inició desde hace una década.
“En realidad, le decimos al secretario de Turismo que nosotros también vemos ‘gato encerrado’. Él debería mantener una postura imparcial y reservarse sus comentarios como autoridad, porque parece abogado de los inversionistas y de Fonatur, tratando de encubrir las ilegalidades que se han cometido”.
“El mensaje que está enviando es que en México hasta la autoridad puede hacer lo que se le pegue la gana, afectando inclusive a los propios inversionistas. Garantizar la certidumbre jurídica no es obtener permisos con información falsa y luego pretender que nada pasó y que todo es legal. Certidumbre jurídica no es devastar manglares porque está por vencerse un permiso irregular y pretender que nada pasó”, remarcó Domínguez Rodríguez.
La ambientalista, quien cuenta con 30 años de activismo en la defensa de ecosistemas relevantes en la zona norte de Quintana Roo, respondió a De la Madrid que la lucha por defender el manglar del entonces “Malecón San Buenaventura” –como se conocía antes a Malecón Cancún, hoy Malecón Tajamar– desde 1992, cuando se pronunciaron fuertemente en contra de los dragados que Fonatur pretendía realizar para construir una marina.
“Esta batalla la dimos dentro del Comité de Protección y Vigilancia para el Sistema Lagunar Nichupté, porque querían dragar la laguna para hacer una marina, lo cual no permitimos. Era otra época y tampoco había tantos instrumentos dentro del marco legal, ni tantas leyes ni comprensión sobre la importancia del manglar, como lo que hay ahora.
“También le recordamos al secretario de Turismo el escándalo que se armó (2009) cuando Greg Sánchez (entonces alcalde de Cancún), quiso vender terrenos en Malecón Tajamar, propiedad del municipio. Hubo amparos promovidos por ciudadanos como Tulio Arroyo y Bettina Cetto, el gobierno hizo una consulta pública, hubo protestas y fue un escándalo”, evocó.
En aquel momento regidores del ayuntamiento, entre ellos Latifa Muza –quien falleció recientemente– Ricardo Velazco o la actual diputada local, Berenice Polanco, amagaron con promover una controversia constitucional para defender el patrimonio municipal.
La asociación “Ombligo Verde” envió al entonces director de Fonatur, Miguel Gómez Mont, una carta de extrañamiento, exigiéndole que se pronunciara para hacer efectivas las cláusulas de la donación de los tres lotes de 5.4 hectáreas a favor del municipio, que cancelaban la operación si el uso de suelo era modificado. La venta se echó atrás.
El actual gobierno municipal diseñó un proyecto para parque urbano con concha acústica en esos lotes, en congruencia con el uso de suelo de Área Verde y Equipamiento, que define el Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Malecón Cancún, pero los tres lotes fueron devastados también durante la madrugada del 16 de enero pasado.
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