Monterrey, N.L.-
La introspección conduce a una serie de estados contemplativos en los que el artista puede profundizar en su psique y desarrollar imágenes mentales que posteriormente plasma en sus cuadros. Este es el caso de Ignacio Salazar, cuya obra será exhibida en el Museo de Arte Contemporáneo a partir del próximo 15 de marzo.
“Inesperada Extrañeza” es el título de la muestra que reúne 35 piezas del pintor nacido en la Ciudad de México, pero que ha vivido por más de 35 años en Monterrey.
“La práctica contemplativa, es la práctica de un estado introspectivo es lo que podríamos denominar como una especie de práctica espiritual. El hecho de pintar es estar presente en el instante haciendo lo que uno tiene que hacer, no pensando, ni haciendo otra cosa.
“Es algo fascinante que se va enlazando de la vida y que nos lleva a un estado de armonía y de relación cuidadosa, atenta y respetuosa con todo lo que nos rodea”, manifestó Ignacio Salazar al ser cuestionado sobre la espiritualidad en torno a su obra.
En opinión de Guillermo Sepúlveda, quien tuvo a su cargo la curaduría de “Inesperada Extrañeza”, en las obras de Salazar se puede ver más allá del primer plano, pues combina una serie de elementos que están anunciando que hay algo atrás, que es lo sagrado.
“Creo que esta obra invita mucho a la contemplación, a la reflexión y sobre todo a detectar ese aliento, a esa parte que está ahí, no visible, pero que es lo que une todos los elementos. O sea, esa calidad de transparencia, esa calidad de acentos, esa calidad de combinar el dibujo con lo construido o simplemente la transparencia que funde una cosa y otra nos lleva a esas sensaciones como de espíritu de lo sagrado”, indicó.
Otro aspecto importante en la propuesta pictórica de Salazar es la intención de unificar las corrientes, pues considera que al final todo va hacia la unidad y el arte es un medio para ello.
“Tratar de que todo se unifique, de que la dualidad, este mundo un dual en que vivimos, donde hay orden y caos: tratar de crear una unidad en eso. La pintura es un catalizador de estas posibles unificaciones.
“Todas las corrientes van a separarnos, a dividirnos, a creernos superiores a otros, a crear discrepancias; estamos viviendo una era que se denomina la era de Kali, que es la era de la discrepancia y el pleito.
“Entonces primero tratemos de unificarnos a nosotros mismos y tal vez con este catalizador que es la pintura, el arte podamos ir viendo la posibilidad de unificarnos”, expresó Salazar.
“Inesperada Extrañeza” se exhibirá en la planta baja del Marco a partir de este viernes 15 de marzo.
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