LIMA, PERÚ.- El gobierno peruano rechazó las disculpas de la ONG ecologista Greenpeace por posibles daños que dejó la protesta pacífica que efectuaron en las milenarias líneas de Nasca, y reiteró que enjuiciará e impedirá salir del país a los activistas que participaron en ella.
La acción de Greenpeace, que se produjo la madrugada del lunes en violación de la ley, consistió en desplegar al lado del gigantesco geogiflo en forma de colibrí, hecho por los antiguos peruanos en el año 200 antes de Cristo, unas letras de tela amarilla con el mensaje “Time for change: The future is renewable” (Tiempo de cambio: el futuro es renovable).
El mensaje sólo se puede apreciar desde al cielo, al igual que las más de 500 figuras de animales y geométricas que conforman las llamadas líneas de Nasca, que son uno de los mayores enigmas arquelógicos de Perú y que algunos investigadores consideran un observatorio astronómico y/o calendario.
“No hemos aceptado las disculpas. Ellos no aceptan el daño ocasionado”, dijo el miércoles el viceministro de Cultura, Luis Jaime Castillo, tras recibir a representantes de Greenpeace que asisten a la Conferencia de las partes de la ONU sobre el cambio climático (COP20).
Horas antes Greenpeace había emitido en Lima un comunicado donde “ofrecía disculpas a aquellas personas que se hayan sentido moralmente afectadas”, pero justificaba su acción en el marco de llamar la atención sobre el calentamiento global.
El viceministro señaló, en declaraciones al canal de noticias N, que el daño “ha sido constatado por un peritaje hecho por expertos arqueólogos del Ministerio, la fiscal de Nasca y la Policía”.
El gobierno peruano a través del Ministerio de Cultura denunció el martes ante la Fiscalía a quienes cometieron “estos hechos ilícitos y ha solicitado el impedimento de salida del país de los responsables”.
Entre los 12 activistas de Greenpeace que, como mínimo, intervinieron en la protesta de las líneas de Nasca figura Mauro Fernández, señalado como representante de la organización en Argentina, con quien el viceministro de Cultura se reunió este miércoles.
“Esperamos que hoy se disponga el impedimento de salida del país”, acotó el viceministro Castillo sobre la denuncia hecha ante la fiscalía.
“Jamás hemos pisado las Líneas de Nasca”, aseguró de su lado Mauro Fernández en declaraciones a la radio RPP.
Greenpeace es una ONG que defiende el medio ambiente por medio de acciones pacíficas pero espectaculares para lograr la máxima repercusión mediática.
El arqueólogo Pedro Pablo Alayza, gerente de Cultura de la Municipalidad de Lima, aseguró a la AFP que “está a la vista el daño hecho por Greenpeace, como se comprueba en las fotos aéreas tomadas luego de que se retiraron los carteles donde quedó una huella sobre el desierto”.
Según el ministerio peruano de Cultura los activistas ingresaron sin respetar las medidas de seguridad que se requieren y sin permiso al área intangible, localizada sobre las pampas de Nasca, 450 kilómetros al sur de Lima, en la costa peruana.
Los activistas de Greenpeace grabaron en un video su acción, donde se ve que no se colocaron unos protectores en los zapatos para evitar dejar sus huellas en el terreno.
“Tiene que haber una investigación. La ley del patrimonio peruano prevé sanciones económicas e incluso procedimientos penales que conllevan penas de prisión de al menos ocho años”, acotó Alayza.
ENTÉRATE
Los activistas colocaron un letrero que decía “¡Tiempo para cambiar! El futuro es renovable”.
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