Culiacán, Sin.-
En ropa interior, así fue detenido Joaquín “El Chapo” Guzmán, el narcotraficante más buscado del mundo durante la última década.
Tras la puerta del baño del departamento 401, el líder del cártel de Sinaloa trató de ocultarse al verse rodeado por el grupo de elementos de la Armada de México que lo capturó al amanecer del 22 de febrero en Mazatlán.
Al frente de los elementos de élite estaba un marinero de 39 años.
Sin escoltas o armas que le dieran la oportunidad de defenderse, “El Chapo” aventó la puerta del baño al tratar de ser abierta por los marinos. Tras escuchar repetidamente “ríndete Chapo”, el capo sacó las manos y poco a poco fue descubriendo su rostro, en ese momento le fue tomada la primera foto que se difundió en la prensa. En ella se mostraba a un “Chapo” con la mirada perdida y con el dorso desnudo.
De acuerdo con personal de la Secretaría de la Marina (Semar), al momento de ser capturado, Guzmán Loera volteó a ver a su esposa Emma Coronel, a quien le dijo que todo había terminado, que lo iban a “clavar”, y que lo fuera a ver a la ciudad de México en caso de que lo llevaran para allá.
Durante la detención del capo que logró burlar por 13 años a los cuerpos de inteligencia de Estados Unidos y México, también fue detenido Carlos Manuel Hoo, “El Cóndor”, el último cinturón de seguridad de Guzmán Loera.
“El Cóndor” fue asegurado detrás de la puerta principal del departamento 401 del edificio Miramar. De acuerdo con las autoridades, no opuso resistencia y no delató a su jefe, le fue fiel hasta los últimos momentos.
En el departamento también se encontraban las dos hijas de Guzmán, y “La Chapis”, la cocinera personal de “El Chapo”. De acuerdo con las autoridades consultadas, “La Chapis” logró huir el 19 de febrero junto con Guzmán Loera de un casa ubicada en el calle Río Humaya, en Culiacán.
Su huída fue a través de un túnel secreto que se encuentra debajo de una tina de baño. El pasadizo, que se activa con un interruptor oculto detrás de la ventana del baño, conectaba al canal del desagüe, el cual fue recorrido por el capo hasta salir al río, donde los esperaba una camioneta conducida por Manuel López Osorio, “El Picudo”, identificado por el gobierno federal como jefe de plaza del cártel en Sinaloa.
La propiedad de la que se logró evadir el narcotraficante es sólo uno de los seis inmuebles que cateó la Secretaría de Marina (Semar) durante la madrugada del 19 de febrero.
En todas las viviendas se localizaron frascos de “Just for men”, un popular tinte de cabello y barba. También varias caminadoras, lo que daba cuenta de su interés por mantenerse en forma.
Otro hallazgo fue una pistola calibre .45 de la cual el capo nunca se separaba, pero que en esta última persecución finalmente abandonó.
Luego de ser detenido, Guzmán hizo referencia a Rafael Caro Quintero, del cual dijo que se encontraba “muy fregado de salud”, retirado del negocio y sólo quería estar con su familia.
En las propiedades se encontraban alimentos y ropa lista para ser usada por “El Chapo”. Su paso por cada una de esas casas no duraba más de dos días, era precavido y desconfiado, tanto que al interior de los inmuebles también se encontraban equipos de seguridad para evitar ser capturado.
Las casas se encontraban en colonias bajas y de clase media. En una de ellas, ubicada en la calle Enrique Colunga, se encontraron 3 toneladas de cocaína y metanfetaminas ocultas en pepinos y plátanos de plástico.
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