Tras el retiro, voluntario o no, de Arturo Brizio Cárter, como dirigente del arbitraje en México llega Armando Archundia Téllez, un hombre que mientras ejerció como colegiado en las canchas profesionales en México y a nivel FIFA, se condujo siempre con rectitud.
Brizio se marcha con un tufillo a agua puerca con él. Lo que sucedió en los últimos tres torneos fue, por decir lo menos, absolutamente cuestionable. Algo que no habría podido suceder –salvar al Atlas de pagar 125 MDP como último de la tabla; hacer campeón al Atlas; hacer bicampeón al Atlas– sin la complicidad del cuerpo de jueces comandado por Arturo.
La mayoría de los medios de comunicación electrónicos, digitales y escritos, guardaron silencio y/o se hicieron patos.
Algunos, como David Medrano, de Azteca, cínicamente aludió a otro tipo de arbitrajes como cuando han ayudado al América o a Chivas en los últimos años, justificando que si antes se compraron títulos, ¿por qué cuestionar ahora que le tocó a su querido Atlas? Estupidez rampante. Descaro absoluto.
Roberto Gómez Junco, de ESPN y El Norte, fue de los pocos que, de frente, le cuestionó a Brizio la descarada intromisión de Grupo Orlegi, que influyera para hacer que los silbantes de Brizio fabricaran un campeón con la complicidad, además, de los hermanos Íñigo Riestra, secretario general de la FMF y José Riestra, presidente del club rojinegro.
Con todo ese maloliente ambiente, que no termina por irse, sigue candente el tema del fútbol de estufa en la Liga tenochca y en otras ligas del mundo.
Todos los clubes mexicanos están revisando sus barajitas y las más gastadas y que ya no les sirven, están intentando cambiarlas.
Los equipos de Monterrey y Tigres harían pocos movimientos.
Bien por ellos en deshacerse de elementos que no les rindieron, como Krane, Campbell, Vergara y Janssen. No sé si al final les hallen acomodo a dos de éstos cuatro, pero no solo ellos deberían irse; dos o tres más importados no dieron el kilo, pero ahí seguirán becados.
Y qué bueno que les den oportunidad de jugar en otro lado a Alfonso Alvarado y a Dani Parra, son buenos chavos que traen ganas y fútbol para destacar, aunque sea en otro club.
Posiblemente Arturo Alfonso González también pare no en Mallorca, ni en Atlas, sino en otro equipo, pero será difícil que alguien pague los 5MDD en que lo cotizaron.
¿Regresaría Hiram Mier?…
Algo tienen que hacer. Ni Vegas, ni Moreno son garantía en este momento y si agregas a laterales como el colombiano, Gallardo y Aguirre, no creo que sean una solución.
A Vegas le pasó lo que a muchos. Llegan como fieras, partiéndose el alma, luego le toman la temperatura a la plaza, a los entrenadores, a la consentidora raza que se emociona con cualquier barrida en la banda y listo: a nadar de muertito, dejarse llevar por la corriente, bocarriba, con los brazos tras la nuca… de bajadita, y cobrando cada fin de mes.
Así, muchos… los que me digas.
Tigres, por el estilo, ahí sucede lo mismo. Llegan, se acomodan y a flotar en la cancha, sin sudar mucho.
¿O el Quiñones que estuvo haciéndose tonto acá dos años era el que jugó en Atlas?¿Se acuerdan del Chuco Sosa, de Valencia? Petardos.
Los felinos dejan ir a Aldo Cruz, ¡qué bueno por él!, que vaya a donde pueda jugar.
Posiblemente se irán tres o cuatro más (Charlie, Córdova, Nico López, tal vez) y serán una o dos incorporaciones para refrescar el ataque y posiblemente Jorge Sánchez, el lateral de las Águilas.
Y solo me queda una duda:
¿Cómo ha hecho Fernando González, jugador surgido en Chivas para andar de un lado a otro: Zacatepec, Chivas de segunda, Necaxa, América, León, Necaxa y ahora ir al primer equipo de Chivas?
Si este muchacho, que le dicen El Oso, tan limitado técnicamente para jugar al fútbol, aunque bueno para meter la pata, pudo estar en América y ahora Chivas… cualquiera puede llegar ahí.