Ganó América o perdió Tigres, fue el árbitro, el “fiestero” Fulgencio, una Nahuelada o simplemente el América tiene un plantel mejor y mas joven. He escuchado todo tipo de análisis en estos días, los de conspiración arbitral, que si unos nazarenos publicaron su afinidad en redes, que si la cachetada del novel jugador felino era o no era, que si el fallo de Gignac, que si la luna, las estrellas, la astrología y hasta denuncias exhibidas en redes contra cierto ídolo dieron color a una final que si bien no fue en mi opinión, espectacular, si era la esperada y, sobre todo, eran los 2 mejores planteles del fútbol azteca.
Más allá de saber si el árbitro actuó o no de buena fe, no siendo periodista que tenga contactos para ese tipo de información, daré por sentado que el hombre de pantaloncillo corto juzgó de acuerdo con un criterio justo, lo demás le corresponden a los que le saben al tema de la investigación y tienen los contactos para ello.
Como aficionado de sillón, puedo escribir en lo que vi en la televisión, porque pagar esas cantidades por ir a un estadio se sale de control a mi sueldo godín.
Este América es como el Tigres de hace 10 años, con jugadores de jerarquía, definidores y acostumbrándose a partidos importantes, con goles en momentos que trascienden y sobre todo con la mentalidad de saberse favoritos y poder lidiar con ello.
Tigres va de salida en cuanto a su época dorada, solamente un equipo como el Real Madrid saber hacer una transición de sus jugadores de jerarquía sin que sus vitrinas sufran. Gignac ya no es el mismo, su cuerpo si bien ha envejecido con gracia, tal vez no ha permeado en su cabeza, como para enfocarse totalmente en el juego, muchos jugadores de esa calidad a veces no se retiran por el cuerpo, sino por su espíritu que ya desea otras cosas en la vida.
Nahuel es Nahuel, tiene la cabeza en su lugar ya sea para bien o para mal, Guido Pizarro ya parece estar con la gasolina de reserva y la nueva generación como Lainez, quien es todo menos un “factor”, Marcelo Flores que es más famoso por sus hermanas que por tener ahorita un fútbol que haga diferencia y otros que está en veremos que tanto pueden con el paquete de un equipo que ha dominado toda una década.
Siboldi hizo lo mismo que cuando llegó, ahorrar esfuerzos para matar al final, pero esta vez se toparon con un equipo que supo aguantar, sin desbocarse al frente, para matar como los felinos hubieran deseado.
Jardiné encajó como debía en el rompecabezas de Coapa, Fernando Ortiz no era la pieza que cerrara la obra, es el brasileño quién supo jugar lo que el entrenador que a todos saluda de mano no pudo resolver.
Julián Quiñones remató al equipo que lo dio a conocer, supo sacar de quicio a quien se dejó, jugó inteligente hasta que mató y logró lo que con Atlas, salir campeón.
Henry Martin ya es un consolidado del gol, como en los tiempos del “Hermoso” Peralta ha madurado con gracia y tarde mas que temprano, ha trascendido en el equipo más complicado del país.
Las Águilas tienen todo para dominar la liga unos años, amén de lo que diga el mismo Tigres que sigue estirando la liga porque todavía no se rompe, de igual manera Rayados con su actitud de valerle 3 cacahuates ganar algo, esperando que el “líder” Canales haga magia con un equipo que está mentalizado en irse de vacaciones más que lograr un trofeo que de orgullo a su afición.
La final pudo haber sido amañada, que los que saben entreguen las pruebas, por otro lado solo ví a un equipo cuyo dominio va de salida mientras otro toma la estafeta porque tiene un equipo poderoso, joven, rápido y sobre todo con hambre, un hambre que da el sentir la presión de una televisora, un magnate, afición voraz.
La camiseta amarillo crema pesa más que cualquiera en esta región geográfica, es una camiseta que atrae portarla, mientras otras telas solo se buscan por engordar la cartera, las cremas de Coapa son todavía una ilusión para muchos que desean trascender, como jugadores de liga y como trampolín para la selección.
Esperaba que ganara Tigres, parecía lo más lógico, tenían el plato servido y simplemente la cabeza estuvo en otro lado, Fulgencio tal vez pensando en el antro que festejaría, y Nahuel pensando en como hacerse notar, para bien o para mal es su trabajo, solo que como en otras finales de resultado similar, se notó fuera del arco que es dónde a veces flaquea.
Siboldi no es mago, simplemente es un buen administrador, los jugadores son los que sacaron el barco a flote el semestre pasado, después de quitarse de encima a un técnico novato que no supo entender donde estaba parado; pero el uruguayo no es el genio de la estrategia, depende que los de adentro se conecten, y ganará hasta donde los capos del vestidor le permitan.
América es campeón porque es el mejor, simple y sencillamente no veo otra razón, tienen la mente y el cuerpo sincronizados para ganar, ahora piensan en la 15, porque ahí es donde están parados, mientras otros corren en Cancún, los de la capital festejan jugando contra los chiquillos de Xavi Hernández, síntoma que saben quienes son, un equipo que necesita demostrar la grandeza sin importar el reloj.
Se viene Navidad, les deseo a todos los que nos leen que disfruten como prefieran y que nos sigan leyendo y expresando sus opiniones, por mi parte seguiré buscando llevarles mi opinión…desde mi sillón.
¡Saludos!